PROCESOS COGNITIVOS

A la hora de analizar cómo se desarrollan los procesos cognitivos, de cara a enfocar el aprendizaje en el alumnado y con el objetivo de mejorar su rendimiento y prevenir las dificultades de aprendizaje que puedan surgir, es fundamental conocer los procesos básicos que se ponen en marcha a la hora de abordar una tarea. Estos son, principalmente, la atención, el procesamiento de la información visual y las funciones ejecutivas.

Para conceptualizar la atención, tomamos como referencia a Luria (1984), quien establece que la atención es el elemento responsable de seleccionar los factores fundamentales para la actividad cognitiva, y este proceso controla el curso exacto y planificado de esta actividad mental.

En cuanto al procesamiento perceptivo visual, la percepción es el proceso que refleja cómo interpretamos y comprendemos toda la información que nuestros sentidos son capaces de captar. En este caso, delimitamos este concepto a la información que nos llega a través del canal visual.

Estos procesos perceptivos constan de distintas fases; en primer lugar, la forma en la que recibimos la información; en segundo lugar, cómo combinamos toda esa información recibida para ser capaces de interpretarla; y, en último lugar, cómo integramos esta información en los esquemas de conocimiento previos con el objetivo de comprenderla.

Las funciones ejecutivas son las funciones que organizan y manifiestan la conducta y las relaciones que ésta mantiene con el ambiente, entre la persona y el medio que le rodea. Las funciones ejecutivas se van modificando mediante los cambios que los individuos experimentamos y los cambios que el propio medio sufre.

El desarrollo de estos procesos en el niño es relevante a la hora de establecer ciertas pautas o patrones que nos permitirán ajustar la respuesta educativa a las necesidades que vayan surgiendo en cada etapa. Para ilustrar el desarrollo de estos procesos, en esta imagen se recogen los aspectos más significativos.